Inferno

En Inferno nos encontramos con la última aventura de Robert Langdon, ¿un especialista en arte y cultura medieval?, protagonista de otros libros, y creo que películas, como "Ángeles y demonios" y "El código Da Vinci", e interpretado en la gran pantalla por el todoterreno Tom Hanks.

La película tiene una trama entretenida, con varios giros que te hacen exclamar de sorpresa y algún personaje interesante como el señor del cuchillo nepalí, que parece que es todo un fucker del asesinato y luego cae víctima del primer perroflauta turco que se cruza en su camino. Esa es otra, ¿cuánto dinero se deja el gobierno de Turquía en promocionar en Hollywood la idea de que su país es moderno y no se diferencia de cualquier otro país occidental más allá de la ausencia de jamón serrano? Vemos una Estambul en la que se hacen conciertos de música clásica ante un público ricachón y blanco y en el que una organización como la OMS puede hacer y deshacer según se le antoje. Creo que esta representación de la capital turca es lo más fantástico de la historia.

Historia, por cierto, bastante manida. El enésimo multimillonario loco decide acabar con la mitad de la población mundial para eliminar la superpoblación. Para ello desarrollará un virus mortal. A ver, si me pongo a pensar un poco en la película, le encuentro bastantes agujeros a la cinta, pero yo la disfruté igual. La película arranca con Tom Hanks en un hospital, con un golpe en la cabeza y amnesia. Durante la primera parte de la cinta nos veremos asaltados por las alucinaciones que sufre y que, para mí, sobran bastante. Le da un aire a cine experimental que no le sienta bien a la cinta. Una policía intenta matarle... y ¿para qué voy a seguir? Tom Hanks tendrá que averiguar dónde está el virus, porque el multimillonario loco se suicidó, o mejor dicho, no le quedó otra porque le perseguía la OMS (Organización mundial de la salud). De todas formas preparó una serie de acertijos que... en fin, no me quedó muy claro por qué no lanzó el virus al aire en cuanto lo tuvo manufacturado. ¿Quería que alguien le detuviera? ¿Una última prueba para la humanidad? No lo sé. El caso es que la chica que acompañaba a Hanks todo el rato resultó ser la que se follaba al multimillonario y la que quería soltar el virus. No lo entendí tampoco. Quizá tuviera que ver el doblaje al español, bueno, sí, pero muy mal integrado en la pista de audio. Suena muy impostado.

Cosas que me han sorprendido: la OMS tiene un equipo táctico de respuesta rápida, con sus ametralladoras y sus agentes de campo. Es como si la Asociación Internacional de Filatelia tuviera su propio Team Six de los Navy Seals para acabar con aquellos que amenazan la estabilidad en el pacífico mundo de los sellos.

- Señor, nos informan de que en Ginebra ha aparecido un sello que muestra un culo.

- ¿Un qué?

- Un... culo, señor.

- ¡Sapristi! Envíe al equipo de eliminación, que no queden testigos. Tráigame ese sello.

- ¿No quiere que lo destruyamos, señor?

- No, primero lo examinaré... detenidamente.

La pequeña subtrama de amor entre Tom Hanks y la jefa de la OMS, muy en la línea "La la land". Nos queremos pero más amor tengo por el dinerito que gano y el prestigio que atesoro. Vale, lo puedo entender. Muchas veces se confunde amor con compatibilidad de la entrepierna, pero con lo que no me puedes venir es que, años después, te reencuentres con aquel antiguo rollete y sigan existiendo rescoldos. Si quieres a una persona no la dejas ir o te vas con ella. Se encuentra una solución, aunque sea estar una temporada con conversaciones por Skype o con videomensajes porno en las noches más duras y solitarias. Obviamente si no la querías tanto, tanto, pues cada uno por su lado y tan contentos, como en aquel engendro de pseudomusical, pero no me vengas con que años después la sigues queriendo o sigues preguntándote "¿y si?" porque eso no ocurre nunca en la vida real. Si le das la patada o dejas que se marche, a los dos días ya ni te acuerdas de en qué lado de la cama dormía.

Por otra parte, sufre el mal de toda película de acción / suspense: le sobran persecuciones y peleas. Siempre lo he dicho y no me cansaré de repetirlo, si vas a incluir una persecución o una pelea, que sea:

A. Corta

B. Espectacular

C. Que muera el protagonista y nadie se lo espere.

Como nadie se va a atrever jamás a marcarse un C porque va contra los convencionalismos de la cinematografía, y en cierta manera es comprensible, solo quedan la A y la B. Preferiría esta segunda, pero es difícil encontrar a buenos directores de acción y además, dependiendo del protagonista no se puede pedir mucho. No veo a Tom Hanks dando patadas voladoras tras saltar contra una pared para impulsarse. Ni con su edad actual ni de joven, vaya. Por lo cual, consejo para los futuros directores que lean estas líneas, que las persecuciones sean cortas.

En cualquier caso, se me hizo un rato muy entretenido verla y disfrutar en pantalla de la presencia de Felicity Jones antes de que tirara por la borda su carrera con Rogue One.