El chiquillo no es ya joven, es un señor mayor más viejo que sus padres, que viaja por el tiempo en busca de acontecimientos relevantes, llega a ir a ver el choque de los aviones contra las Torres Gemelas, incluso. Hasta que en una escena cómica se le rompe el chaleco temporal mientras está en el Londres de 1891. Va a un relojero y allí le atraca una mujer con una máscara como la que usará él en el futuro para acojonar a las masas. La persigue hasta un hospital. Allí la ladrona le devuelve la pieza del chaleco que le robó y de paso se la intenta follar.
Una semana después vuelve al hospital a seguir metiendo ficha con la ladrona, que resulta ser doctora, pero esta se desmaya, lo que aprovecha el Testigo para llevársela a su cama a que se recupere y de paso que se lo agradece pues... Los hombres son unos cerdos que siempre piensan en lo mismo. En cualquier caso no lo consigue de primeras por lo que no le queda otra que seguir metiendo ficha. Imagino que todo este episodio no es más que el intento por follarse a una londinense del siglo XIX, algo que cualquiera que viva en Torremolinos habrá visto al menos cuatro o cinco veces a lo largo de su vida. ¿Y este es el penúltimo episodio de la temporada? Vale que imagino que la doctora morirá y eso reforzará la determinación del Testigo de cargarse el tiempo, porque está claro que está enamorado y no es un simple polvo de circunstancias.
En la cena a la que ha invitado a la mujer, hace que los comensales se despeloten a cambio de pagarles la cena y eso por alguna extraña razón, la impresiona. Mira, será que me he quedado anticuado en el arte de ligar. El caso es que se la folla, claro. Espero que no porque el tío ha demostrado que puede comprarse Calcuta si le da la gana. Tras el orgasmo vienen las visiones. Como en la vida real.
En el futuro, una encarcelada Jennifer recibe la visita de los fantasmas del futuro y del pasado que intentan ayudarla a descifrar lo que pinta. Sigo sin saber de dónde ha sacado el papel para dibujar porque solo le habían dejado un lápiz. Como no logra resolver el acertijo de sus visiones, intenta matarse y eso es suficiente para Deacon, que la deja marchar a su casa.
Resulta que el Testigo fue a ver a Cole al futuro poco después de que el virus matara hasta al apuntador, pero antes de que conociera a Jones, etc. Ha robado a unos niños... sigo sin saber cómo en un apocalipsis en el que la gente ha muerto rápidamente están faltos de suministros y cómo es posible que nadie se ponga a sembrar si no hay zombis ni dragones que puedan matarte mientras lo haces. Me parece absurdo. No están en la polvorienta Australia, están en los USA, ahí hay tierra para alimentar a todos los supervivientes. Pero bueno, es más espectacular el pillaje y la violencia que la historia de unos granjeros. En serio, como penúltimo capítulo me está pareciendo un puñetero coñazo. Esta es la peor temporada con diferencia.
La doctora va a morir, por cierto. Pero eso ya se veía venir. Curiosamente no muere por esa dolencia de la pierna, sino asesinada por el gangster al que robó. El Testigo consigue arreglar el chaleco y vuelve a salvar a la doctora pero sin embargo no mata a los asesinos, sino que los inutiliza. Ah vale, es que quería matar al cabecilla con sus propias manos. La mujer se asusta, claro. Y se enfada, no sé por qué, creo que ante la reprobable idea de manipular el tiempo ¿y que la salvara? Qué mujer más rara.
Cuando el Testigo va a romper el chaleco porque dos tetas tiran más que dos carretas... zas, muere la mujer de lo de la pierna, claro. Intenta entonces salvar a la mujer centenares de veces, justo como en La máquina del tiempo. ¡Incluso va al futuro a hablar con Cassandra sobre el tema! ¡Y es ella la que refuerza la idea de que el tiempo es el enemigo! Si es que es todo culpa de ella y Cole ahí haciendo el polla.
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