Passengers

Todos sabiamos que Chris Pratt era una mala persona. Esta película viene a confirmarlo. Quitémonos de encima rápidamente el argumento y vayamos a lo importante.

Hay una nave espacial que lleva a miles de personas hacia un planeta colonizable en un viaje de centenares de años. En un momento dado, un asteroide choca contra ella y hace que uno de los colonos, Chris Pratt, se despierte de su sueño criogénico. Al principio intenta volver a hibernar pero en cuanto lo da por imposible, tras mucho intentarlo, comienza a disfrutar de los lujos de la nave. Pero le queda un lujo que no puede disfrutar, el de percutir una vagina. Por ello, despierta a Jennifer Lawrence y se la liga aprovechando que se ha estudiado su perfil a fondo. Ella caerá rendida como una quinceañera pero eventualmente descubrirá la verdad, le odiará a muerte y la película se convertirá en una historia de terror psicológico: atrapado con tu ex para siempre.

Pero la nave estará a punto de saltar por los aires acabando con la vida de todos los que van en ella, arreglarán los problemas y volverán a ser felices porque la cercanía de la muerte une mucho. Mientras tanto, habrán interactuado unos minutos con el actor de color de rigor.

Primero de todo decir que nada de eso hubiera pasado si entre el cargamento hubieran includo varias androides sexuales. Hoy día ya existen versiones primitivas de las mismas, así que en ese futuro de naves interplanetarias deber de ser complicado distinguir una de ellas de una mujer de verdad. "Claro pero es que aquí se supone que van a poblar un planeta. No van a incluir distracciones que no lleven a la reproducción". Ya, pero también van a lo mismo los de Alien Covenant y bien que viaja la pareja gay, que me da que iban a tardar un poco en poder adoptar.

Lo segundo que tengo que decir es que esta no es una película de ciencia ficción, es un film que explica los límites del amor y del perdón. ¿Cómo es posible que esa mujer perdone ese vil acto de egoismo? 

Vamos a ver, poneos en el papel de Jennifer Lawrence, que parece mentira que sea la misma chica con cara de baobab de Los juegos del hambre. Estáis en vuestra cápsula tan tranquilos durmiendo el sueño de los justos y de repente os despierta un pavo porque le pica la entrepierna y no ha sabido reprogramar al barman para que le haga pajas. Bueno, este supuesto es solo en el caso que se da en la película, que a mí, o a cualquier tío, me despierta una tía buena para que folle con ella hasta el final de los tiempos y ese día se convierte automáticamente en el mejor de mi vida. En el caso contrario... bueno, hay mujeres que piensan lo mismo. Por eso yo habría hecho que la persona que despertara a la chica fuera fea. La tensión habría sido mayor. Que te despierte el feo de los Calatrava, a ver si tienes cojones de perdonarle. Yo no lo haría.

En resumen, nos encontramos con un apartado visual sobresaliente con estampas de gran belleza y la mejor actuación de Andy Garcia de toda su carrera. Por ponerme pejiguero, el bosque que se ve en la escena final habría matado a toda la tripulación porque las plantas habrían expulsado una cantidad tal de oxígeno que nadie respiraría, que su concentración en el aire a lo largo de los años lo hubiera convertido en algo extremadamente tóxico. Aparte de que vale que la nave lleva comestibles para miles de personas, pero casi 100 años dan para comer mucho aunque sean solo dos y me da la impresión de que racionar, no racionaban. En la colonia más de uno las va a pasar putas. Y no creo que sean los ricachones que pagaron por Happy Meals deluxe. Como siempre, es al pueblo al que joden la vida. Esto en una película de la URSS no pasaría.

Entiendo que sea un coñazo de película para la mayoria, para mi fue evocadora y muy triste. No estabamos en una nave sino en un pueblo perdido en el mundo. Estabamos rodeados de gente pero solo eramos nosotros dos. Y eso es todo lo que tengo que decir.