Este cómic me lo he leído para escribir esta reseña y engordar el contenido del blog, además de que quería quitármelo de encima y que dejara de ocupar espacio. Ya está. Si de mí dependiera no volvería a leer un cómic de Marvel o DC para los restos. ¿Por qué? Pues porque son un coñazo. ¿Y por qué son un coñazo? Pues porque las historias no dejan de reinterpretarse cada vez que la gente empieza a comprender que las historias de superhéroes son un coñazo. Si existiera una única línea temporal en la que los actos tuvieran consecuencias y tal, pues mira, pero desde el momento en que un personaje muere y en el número siguiente se le ve tan fresco porque "Tierra 22" o en realidad era un Skrull el tío que murió haciéndose pasar por él, pues mira... a cagar al río.
Luego está la manía, quizá necesaria, no lo discuto, que tienen en los cómics de estar recordándote cada vez que sale un personaje quién es y a qué se dedica. Vale que es solo una frase, pero gota a gota, al cabrero se le hinchan las pelotas. Es como si cada vez que fueras a casa de tu tía, esta te recibiera diciéndote: Esta es tu prima Aurora. Es tu prima. No te la folles. Al final te cansas y la dejas de invitar a Fantas. Es prima segunda y además esta pequeña historia es mentira. No os vayáis a pensar.
El título de esta miniserie me recuerda a "Los siete de Rafa", el bailarín. El hombre tiene apellido pero no me pidáis que recuerde tanto. El hombre este de pelo largo de Fama...¡A bailar! Puede que me esté equivocando con nombre y números pero da igual. Los lectores perspicaces sabrán de qué hablo.
El argumento por lo que he podido leer, se inicia hace mucho tiempo, con sucintas menciones a "Los Doce", número de mutantes que algún día hará algo de provecho más que recibir subvenciones por discapacidad; algo común en todas las historietas de Marvel aunque en esta ocasión el desenlace se queda a medio gas.
A lo largo de los doce números, Apocalipsis, el único egipcio que conocen en los USA, secuestra a los mutantes antes mencionados para... no me he enterado muy bien. Supongo que para conseguir el poder absoluto. Eso sí, no dejaba de mencionar "las eras de apocalipsis". Quizá toda esta historia no fuera más que un anuncio caro de la mega saga en la que "El de la sabana" dominaba todo el mundo. En una realidad alternativa, claro, porque... Tierra 295. He estado buscando información para ver si Los Doce es anterior a la mencionada saga, y resulta que en las páginas que he visto, se Obvia "La era de Apocalipsis" como saga importante, pese a que tiene ciento y la madre de títulos. Quizá porque no tiene ninguna relación con las películas. Vete a saber. Yo no me voy a preocupar por investigar más, como comprenderéis, que por escribir esto no me pagan.
En fin, no hay más. Sale mucho Lobezno, porque Lobezno mola. ¿Tendrá el mismo éxito la niña haciendo de Lobezno? Por favor, no me hagas reir. Igual se piensan que el éxito del personaje era por lo atormentada que estaba su alma y por cómo sufría. ¡Ay cómo sufría mi Lobezno! Por eso le queremos todos.
Lo más destacable de la serie es que ¡se descubre que dentro de Apocalípsis hay un señor! Y no es una referencia homoerótica, es que esa facha de sapo robot morado no es más que una armadura. A mí me dejó tó loco aunque ha hecho que pierda todo el respeto por el personaje y valore mejor a su homónimo en pantalla grande. No sé qué pasó con las últimas páginas del último número pero miré por Internet, fuente de todos los spoilers posibles, y por lo visto Apocalipsis no se sale con la suya y Cíclope casi se muere. Ya ves tú. Tanta lucha, tanta pelea, para nada. Qué bajona. No me extraña que años después Marvel quisiera acabar con todos los mutantes, estaban todos más quemados que la tintorería de Apocalipsis.
Publicar un comentario