¿Quién lo iba a decir? En Europa del Este se hace cine. Y cine con un presupuesto medio decente, he de añadir. Esta 1944 es la prueba de ello. Película estonia dirigida por "Nadie en España sabe pronuncia su nombre" y protagonizada por "Conocido en el mismo centro de Estonia" y "Ario estonio pasando por nazi", cuenta la historia de... A ver, es una película bastante rara en su planteamiento. Se podría decir que lo que quiere transmitir el metraje es que los estonios durante aquella época estuvieron jodidos, primero por los nazis que les invadieron y luego por los soviéticos, que les invadieron al tiempo que les libraban de los nazis, pero sin dejarles luego ser estonios. Es un canto a la independencia estonia, que diría el Serrat estonio.
Empieza la película con un protagonista estonio, enrolado en una unidad de las Waffen SS encargada de defender un sector. Le vemos escribir una carta durante los descansos de la acción. En principio pensé que era para su novia, obviamente, pues en la guerra solo se escribe a la madre y a la esposa, y el estonio dejaba claro que su pobre madre había sido llevada en un camión a Siberia.
En uno de los ataques soviéticos, a mitad justa de la película, el protagonista es asesinado por un estonio enrolado en una unidad soviética. El general estonio-soviético perdona la vida a la unidad estonia-nazi, porque al fin y al cabo son todos del mismo pueblo. Pues resulta que a partir de ahora son los soviéticos los protagonistas. El asesino del escritor de cartas le roba el protagonismo y, como gesto de buena voluntad, pues mató a ese pobre hombre en un acto de defensa propia, se podría decir, decide llevar la última carta que escribió, a su novia. Pero que resulta que no, que ¡le escribía a la hermana! Y el estonio-soviético ve el camino expedito para clavarle la bayoneta del amor.
Su unidad tiene que volver al frente y de ahí en adelante no me enteré de mucho más porque me puse a mirar fotos guarras en Twitter, pero lo tenía puesto de fondo y pude comprobar cómo un ruso-soviético mataba al prota, que a su vez se había negado a asesinar a sangre fría a unos jovenzuelos estonios de las juventudes hitlerianas. El compañero que vengaba su muerte matando al ruso-soviético llevaba una carta que el prota había escrito a su novia, y así se cerraba el círculo y la película, aunque yo creo que la novia se liaba con el soldado vengador.
Sí, el film es tan aburrido de ver como aburrida de leer es esta reseña. Las batallas, más presentes de lo que pudiera uno pensar en un primer momento, carecen de pasión, pues los personajes me daban bastante igual. Cambiar de protagonistas a mitad de película desde luego no ayudaba a cogerles cariño. Además, la independencia estonia... solo les importa a los estonios. Esto es como si hacen una película de la independencia catalana, a ver quién es el guapo que se traga una película en la que salga Rajoy. Cierto es que también queda el mensaje subyacente de que al final las guerras las hacen pobre diablos que estarían mejor en su casa o arando el campo, dirigidos por hijos de puta que son los que tienen verdaderos intereses por hacerse con más poder o riquezas.
Antes de terminar, un detalle que me ha dejado muy loco. El slogan que aparece en el cartel de la película dice: "La primera víctima de la guerra es la verdad". Y no puedo dejar de preguntarme ¡qué demonios tiene que ver con el film! ¿Me habré perdido algo durante la segunda mitad del metraje? ¿Acaso los dobladores españoles han cambiado los diálogos como les ha dado la gana?
¿La recomendaría? No. ¿Por qué la vi? Buena pregunta.
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