No estoy en contra de que la gente gane dinero, aunque pienso que los artistas no deberían crear con ese objetivo en mente, lo que les pone al mismo nivel del youtuber más infame.
En todo caso, vivimos dentro de un sistema capitalista donde el "arte" que llega al gran público está en manos de los responsables de marketing y trajeados ejecutivos de grandes e impersonales corporaciones a los que la única emoción que les interesa provocar en sus clientes es el éxtasis por gastar sus duros. ¿Alguien ha dicho Disney? Que raro, me pareció escucharlo.
Esta tercera entrega del villano más calzonazos de la cinematografía nació agotada. Uno se da cuenta cuando lo más interesante de la cinta son las aventuras de los minions, misteriosamente frescos tras su sobreexplotacion de años, y un villano ochentero al que no desarrollan todo lo que se merece, en detrimento de la historia manida del hermano gemelo de Gru, la insinuación de los problemas maternos de la mujer y la búsqueda de un unicornio que resulta ser una cabra con un solo cuerno.
No es una película larga y sin embargo a mi se me hizo muy cuesta arriba en muchas partes, especialmente cuando no aparecían ni los minions ni el villano, esto es: el 70% del metraje. Y es que no desarrollan demasiado la trama, la de un hermano desconocido que quiere ser villano como su padre, y la de una antigua estrella de TV de los 80 que incapaz de soportar la cancelación de su programa se convirtió en un malo de opereta. Es este una parodia de cualquiera de esos nostálgicos de los 80 que inundan las redes y que han acabado convertidos en una versión real de este personaje. Me hubiera gustado verle más en pantalla, la verdad.
Imagino que las entregas de nuestro villano favorito han llegado a su fin. De seguro seguiremos viendo películas de los minions y puede que incluso del hermano, pero Gru ya no tiene nada que contar que nos interese. Se volvió bueno, resolvió sus problemas familiares, se echó novia, formó una familia, consiguió un buen trabajo... Es hora de que descanse y le agradezcamos el haber introducido en nuestras vidas a los verdaderos protagonistas de sus historias: los minions. Suerte que fuí a un autocine a verla armado con un combo hamburguesa-patatas fritas que salvó la noche. Fue lo único memorable de la hora larga que dura la película.
Dejando la historia de lado, hay una cosa que me llamó la atención: la aparición del youtuber Jorge Cremades como doblador. No sé qué personaje interpretaba así que supongo que se puede decir que mal no lo hizo, pero sí que me escama el hecho de que se empeñen en incluir a "youtubers" y demás "influencers" en este tipo de producciones solo por el público que puedan arrastrar. Ya ocurrió con "Canta", otra película de animación en la que echaban mano de la youtuber Andrea Compton. De nuevo tengo que decir que el resultado fue satisfactorio, pero ¿quién garantiza que en el futuro no se pase por alto lo nefasto del resultado en pos de una publicidad millonaria? Al fin y al cabo ya pasó con otro famoso como Dani Martín y su doblaje de Jack Black en Escuela de Rock, y en el mundo del videojuego contamos con el caso de El Rubius poniendo su voz, desagradable para aquellos mayores de 30 años, a un personaje de un juego que ya ni recuerdo. El tiempo dirá como acaba todo.
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