Contacta con nosotros en : veranodeldescontento@gmail.com

BumbleBee


Cuando lo primero que ves en una película es a John Cena, sabes que el nivel actoral va a estar por las nubes, esto es: inalcanzable para los sentidos de un ser humano. Para ser justos, la cinta comienza con la batalla en Cybertron entre los Decepticons y los cuatro Autobots que quedan, en un cgi similar al visto en la Trilogía de Cybertron, disponible en Netflix. Optimus Primer encarga a BumbleBee la misión de vigilar el planeta Tierra para que sirva de hogar a sus camaradas. ¿Por qué no se van todos juntos? Igual no se hablan. Tras huir del planeta robótico es cuando nos encontramos con el luchador de la WWE en toda su gloria artística. Como no podía ser de otra manera, es un alto cargo del ejército. En todas las películas de Transformers solo hay niños y militares, y Mark Whalberg que es un subgrupo humano en sí mismo. 

Cena se encuentra con el Autobot recién caído a tierra, y en la persecución son atacados por un Decepticon que le hace una traqueotomía a BumbleBee sin lavarse las manos con lo cual le deja sin habla, pero antes de recibir una queja del colegio médico es destruido por su paciente. Malherido, Bumblebee se tira a un río porque nada mejor para un amasijo electrónico que el agua fresca. Pierde el conocimiento mientras ve un VW escabarajo amarillo aparcado junto a unos hippies.

Luego hay un salto temporal, o no, pero aparece una joven asidua a los talleres mecánicos de la costa este o la oeste, tanto da. Se encuentra a BumbleBee convertido en coche, se lo queda y ocurre una de las escenas más perturbadoras de la historia del cine, cuando a este se la cae el pene metálico en el garaje de la chica. No sé cómo superó la censura. El caso es que cuando la chica va a cogérselo, se descubre que el coche es el roboc protagonista. No sé si con la traqueotomía lo han rebooteado y ha vuelto a la tierna infancia roboc o si tiene un trauma, pero se comporta como un niño de 3 años, quizá para usarlo en un futuro juicio por corrupción de menores.

Luego aparecen dos Decepticons, descubren el plan de Prime para llevar una cyberpatera a la Tierra con los Autobots, y antes de avisar a Megatrón, BumbleBee acaba con ellos. Simple, ¿verdad? Pues dos horas dura esto, que lo ve Fidel Castro y se vuelve a morir del aburrimiento. Por mi parte, tuve que hacer uso de la función de avance rápido.

Cosas buenas de la película: los Transformers parecen Transformers, no amasijos de hierro en movimiento como en las películas de Michael Bay. Ignoro por qué no se hizo así de primeras porque es más fácil de animar que el confuso lío de cables que vimos en la gran pantalla.

Cosas malas: todo lo demás. Pasa como con Enola Holmes, está más centrada en enviar un mensaje que en contar una buena historia. Lo malo de los mensajes es que suelen tener un público objetivo. A veces son universales y otras, como en esta ocasión , son muy específicos, como es el caso de las niñas preadolescentes a las que pretenden motivar para que estudien carreras STEM y no esas de pinta y colorea como Magisterio o A.D.E., además de que se interesen por actividades tradicionalmente masculinas como el Heavy Metal o la mecánica. Especialmente risible es la escena en la que la protagonista, de apenas 14 años, corrige a todo un señor mecánico con los huevos negros de arreglar coches, y no porque sea afroamericano precisamente. Pues vale, hay robots parlantes que se transforman en vehículos así que, ¿por qué esto no? 

Al menos a esta película la salvan los robots, eso no lo puede decir Enola Holmes, motivo por el cual no pude terminar de verla, ni con FF.

Comparte este artículo :

Publicar un comentario

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. La cultura.. ¡Qué locura! - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger