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Un buen resumen de esta continuación de "Fiebre del sábado noche" sería "Rocky meets Fama". Y no es de extrañar porque el film está escrito, dirigido y producido por Sylvester Stallone, que se permite hacer un pequeño cameo a lo Alfred Hitchcock, además el tema principal: Far from over, es de su hermano Frank y se usa también como parte del "training montage" que no podía faltar en una producción Stallone.
Dejado atrás los 70, la gomina y las solapas XXXL de las chaquetas, Tony Manero sobrevive a duras penas en Manhattan entre audición y audición. Sueña con trabajar en Broadway gracias a sus dotes de latin lover aunque su objetivo, la bailarina principal del musical donde al final consigue un papel secundario, pasa de él. Este será el eje de tensión del film cuyo guión debió de ser el más fácil de escribir de la historia de la cinematografía pues un 60%, y me quedo corto, consiste en números musicales y coreografías.
El único nexo de unión con Fiebre del sábado noche es su protagonista, aunque bien podría ser un personaje desconocido, y la canción de los Bee Gees que apenas suena como acompañamiento en alguna escena, y no a mucho volumen que digamos.
Como pelicula es un bodrio infumable con varios temas musicales de los 80. Como escaparate del paquete de Travolta es un 10.
Vale, retiro lo dicho. Visto el final, me tengo que poner en pie y quitarme el sombrero. La parte final del musical merecería una película aparte o su propio espectaculo real, al igual que sucedia con la obra de teatro de Hamlet 2. En definitiva, toda una sorpresa que recomiendo a todos los que luchan por algo en esta vida.
Como pequeño spoiler, no desfallezcas durante el metraje pues la última escena te dejará con la boca abierta por el homenaje que se marca Sly.
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