En esta ocasión, encarna a un NPC o PNJ, en frikilenguaje castizo, un personaje no jugable de un juego de mundo abierto al que todos los jugadores ningunean y maltratan para su sádica diversión. Como en tantas otras historias, cuando ve a una chica algo empieza a cambiar dentro de él, aflojando los grilletes de su programación.
Nos encontramos pues con una mescolanza de título de aventuras, robos y el Show de Truman, con el trasfondo típico de tantas y tantas películas de Hollywood de "No quiero vivir la vida que se supone que debo de llevar. Quiero cambiar". Un pensamiento muy libertario, muy americano de antes de las vacunas contra la plaga.
No es original pero si funcional pues conecta con el deseo de toda persona pobre de dar un cambio en sus miserables vidas. Nunca he visto una historia de un millonario planteándose ser pobre.
Es una oportunidad perdida, eso sí, para haberse convertido en sucesor referencial de Ready Player One pues aunque aparecen gran parte de los convencionalismos de los videojuegos de tipo sandbox, no hay apenas apariciones o guiños a otros juegos o elementos de la cultura pop, aglutinándose la mayoría en una pelea cerca del final.
Film entretenido con el mensaje de que hay que luchar por tus sueños, propio de una taza de Mr Wonderful, pero que te hace la tarde. Ah, y muchos colorines. No apto para personas propensas a ataques epilépticos.
Puntuación: 3 ex-ligues y media de Ryan Gosling sobre 5
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